lunes, enero 24, 2011

Pasaos! :)

Creo que ya era hora de tener un blog propio, y no uno con recopilación de textos y libros que he ido leyendo y me han ido gustando a lo largo de estos años, exceptuando algunas actualizaciones mías, claro! ... por ello, en el otro me dedicaré exclusivamente a escribir cosas propias. Ya era demasiado tiempo por aquí, y ya era hora de empezar algo nuevo, así que espero que os guste! 

miércoles, enero 19, 2011

Diario d.

Entonces ahí estaba yo.


Desorientada, a 16 km de la ciudad, en una parada de autobús perdida en medio de la nada, con exactamente 43 eucaliptos a mi alrededor, y una música que parecía proceder de cualquier parte menos del cielo... Dios,esos pájaros en vez de cantar parecían estar gritando!


(...)


Y ahí estaba yo.


Mirando el cielo, cegándome con cada rayo de sol, sintiendo la brisa rozar mi cara, y pensando cómo podría ser mi vida ahora, si nada hubiese ocurrido entonces...


Creo que el destino quiso ponernos a cada uno en su lugar.




TENGO GANAS DE GRITAR.



lunes, enero 17, 2011

She's back.





No sé que tiene, pero tiene algo...

Y es que me encanta observarla cuando coincido con ella en el autobús. Siempre hace lo mismo; paga, da las gracias y se va al fondo, allá donde no se fije nadie en ella... salvo yo.

Siempre,observa a través del cristal con su mirada fija.

Me parece extraño... dudo que sea como creen que es, dicen que no tiene alma, que la perdió en una noche de alcohol. Que vaga sin rumbo, que la conocen en todos los bares y que no le importa nada ni nadie, ni siquiera se preocupa en ella misma. Tiene una personalidad fuerte, o eso dicen, que aprendió joven a defenderse y hoy día tan solo se dedica a sobrevivir...

Yo no la veo con esos ojos, será que me transmite hasta en su forma de andar, que parece que se valla a romper en sus pasos... Creo que es lo más vulnerable que he visto en mi vida.




Cómo me gustaría meterme en sus pupilas y saber en qué piensa esa delicada cabeza.


miércoles, enero 12, 2011

Por mi garganta, anulando negatividad.


“Joder, tengo que decirte algo, tengo tantas ganas de dejar de entrar por esa maldita puerta que juro que daría todo mi dinero para no volver a caer en la tentación, es esa palabra la que no me deja terminar de decirte que por una vez no soy todo lo que aparento, vaya mierda, eh, pero ¡vamos, dime hola!, dime que quieres que te recoja los rastrojos que quedan en el suelo después de tanto tiempo encerrado en esas cuatro paredes haciendo de ti un santo, haciendo de mi claustrofobia. Podría cagarme en dios, podría joderme a cada hormiga que entra en tu parcela creando en mí dudas irreparables, irrepetibles momentos de letras fluorescentes incandescentes en mi cerebro, porque vaya puta mierda de cerebro, hilos de oro artificial estrechando un lazo tan fino como cada uno de mis argumentos. Entro, no entro, hablo… no hablo… hablar o no hablar esa es la cuestión de mis hazañas, tan poco heroísmo que me convierten en el continuo relato plasmado en unas hojas viejas, amarillas de esperar a que un cobarde diga. Hola. Y…en mi intento…por favor, adéntrate en mi entrepierna como sólo tú sabes hacerlo en mis alucinaciones.”




Necesito urgentemente tumbarme en la playa y sentir cada grano de arena entre los dedos de mis pies. Que el sol de verano me queme la cara, que solo haya humo en mis pulmones y que mi cerebro no sea más consciente que de seguir pegándole sorbos a una botella de whiskey del caro. Gritar hasta hacer estallar el cerebro, eso necesito.